Fuente: Global Witness.
Informe sobre agresión contra ambientalistas — Derechos Humanos y Ambiente: Brasil, Perú, Colombia encabezan lista de asesinatos de defensores del ambiente en la última década. Informe de Global Witness. Disponible en inglés en este enlace.
Un fragmento del reporte“Este informe pone de relieve el coste humano de la intensificación de la competencia por la tierra y los bosques, mientras el mundo se reúne para discusiones críticas sobre ambiente y desarrollo en Río. (…) El informe muestra:
• Existe una alarmante falta de información sistemática sobre los asesinatos en muchos países, y no hay monitoreo especializado en el plano internacional. Estas cifras son por lo tanto probablemente una subestimación del número y alcance de los asesinatos;
• Los países con mayores denuncias de ejecuciones son Brasil, Perú, Colombia y Filipinas. En estos y otros países (por ejemplo, Camboya, República Democrática del Congo e Indonesia) persisten las preocupaciones
sobre la vinculación del sector privado nacional y extranjero en estos asesinatos;
• Una cultura de la impunidad, especialmente fuerte en muchos países, entre ellos los arriba mencionados, contribuye a bajos niveles de sentencias por estos casos.
Global Witness considera que estas tendencias son sintomáticas de la competencia cada vez más feroz por los recursos, y la brutalidad y la injusticia que esto conlleva. La tierra y los bosques se utilizan para una amplia lista de propósitos, incluyendo la agricultura intensiva, la minería, plantaciones, las operaciones de tala, la expansión urbana o proyectos de energía hidroeléctrica.
La presión sobre estos recursos finitos ya ha cobrado su precio – sólo el 20% de la superficie original de bosque del mundo permanece intacto y el 25% de la tierra se ha degradado altamente en los últimos 20 años. Sin embargo, las demandas globales de suelo y bosques (para alimentos, combustibles, fibras y otros recursos) se prevé que incrementará – empujando las fronteras de una mayor inversión en las zonas con gobernanza inadecuada, débiles derechos de tenencia y débil imperio de la ley (…)”