Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá D. C., jun. 14 de 2012 – Agencia de Noticias UN- Un estudio adelantado con larvas de Artemia franciscana evidencia el efecto nocivo del polvillo de carbón en el desarrollo de esta pequeña especie de crustáceo, vital en la cadena alimenticia natural.
Jesús David Pacheco Gómez, magíster en Toxicología de la UN, llevó a cabo esta indagación en convenio con la Universidad de Cartagena, con el objetivo de evaluar el impacto que tiene la industria carbonífera —sobre todo el transporte del mineral— en el medioambiente de la costa Caribe colombiana.
“El carbón es una de las fuentes de energía más utilizadas, su uso es globalizado y está muy ligado al desarrollo industrial. Sin embargo, es considerado como el contaminante de fuente de energía fósil más importante del mundo, y su explotación está relacionada con la aparición de efectos tóxicos en diferentes organismos”, explica el investigador.
El estudio de Pacheco Gómez determinó la concentración letal media (CL50) del extracto metanólico (metano) de polvillo de carbón para las larvas de A. franciscana.
Según los resultados obtenidos, pudo concluirse que el polvillo es una sustancia potencialmente citotóxica (que daña las células), especialmente para los ecosistemas marinos y estuarinos, que son los hábitats de la especie.
“Este material contiene compuestos como el dióxido de azufre y sus derivados y sustancias de gran toxicidad como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), considerados agentes mutagénicos (que alteran o cambian la información genética de un organismo) o carcinogénicos (que provocan cáncer)”, sostiene el toxicólogo de la UN.
A esto se suman las altas concentraciones de diversos metales pesados, que incluyen: cobre (Cu), plomo (Pb), cadmio (Cd), níquel (Ni), vanadio (V) y zinc (Zn).
De hecho, las enfermedades pulmonares de origen ocupacional más diagnosticadas en el mundo han sido las provocadas por la inhalación de polvos minerales, como el del carbón.
Ante esta situación, el Grupo de Investigación en Química Ambiental y Computacional de la Universidad de Cartagena adelanta una serie de pesquisas que buscan dar respuestas a los diferentes interrogantes que persisten sobre los posibles efectos tóxicos y ambientales que puede acarrear la minería del carbón.
Entre los efectos sobre el comportamiento del crustáceo se evidenció una notable disminución de la velocidad de desplazamiento en el nado y poca respuesta a los estímulos de luz. Más aún, se observó que, a concentraciones entre 50 mg/L y 200 mg/L, este fenómeno se presenta casi inmediatamente después de ser expuesto al polvillo.
Transcurridas de dos a cuatro horas de exposición a las mismas concentraciones, los movimientos de la mayoría de los individuos eran lentos y cortos (letargia progresiva) hasta caer en el fondo del frasco de laboratorio, de donde intentaban despegar sin éxito. En una hora se presentaba la muerte de los ejemplares.
“Es importante desarrollar este tipo de investigaciones, acompañadas de la información correspondiente sobre la composición del material estudiado; pues los materiales que conforman el polvillo de carbón van a depender del rango, tipo y lugar de extracción. Cabe recordar que, debido a la gran toxicidad que demostró el extracto metanólico de polvillo, es necesario que tanto los entes de control como las empresas explotadoras del recurso y la comunidad en general tomen medidas para mitigar el impacto y así reducir los riesgos para la salud y el medioambiente”, concluye el magíster de la UN.
(Por: Fin/CAPG/clc/fgd)
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