Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.
Palmira, Aug. 02 de 2012 – Agencia de Noticias UN- Especialistas del medioambiente de la UN en Palmira aseguran que pese a la riqueza natural que tiene el país, la falta de educación y políticas estatales ponen en riesgo los recursos naturales.
Los impactos ambientales por causa del ya conocido cambio climático global no han pasado desapercibidos en Colombia; palabras como ola invernal, sequía, inundaciones y extinción, parecen ser el común denominador de los medios de comunicación del país y del mundo.
Los expertos afirman que los periodos prolongados de sequía y lluvias, que se han presentado recientemente, están alterando los procesos de los fenómenos de El Niño y La Niña; no solo están acabando con la capa de ozono sino que ponen en peligro, directamente, la vida humana en la Tierra.
Recurso hídrico en peligro
Para el profesor Carlos Escobar Chalarca, magíster en Ciencias Agrarias de la UN en Palmira, la problemática ambiental se ha venido presentando históricamente, pero el agravante actual es la sobrepoblación mundial que ha utilizado de forma inadecuada, y sin consideración, los recursos naturales.
“El agua es un vivo ejemplo de ello. El ser humano y la agroindustria son los mayores demandantes del recurso hídrico y, por su manejo inapropiado, hoy se está agotando”, afirma Chalarca.
Según el especialista agrícola en agua y suelos, Colombia y, específicamente el Valle del Cauca, están enfrentando serios problemas de degradación de los suelos por la escasez del agua y la mala calidad del recurso.
“La producción agropecuaria va a tener una incidencia gravísima en Colombia, ya que los pastos –que son la materia prima para la producción de carne y leche–, se están viendo afectados por la degradación y la desertificación como consecuencia del desabastecimiento del agua”, sostiene el profesor Chalarca.
Fauna y flora amenazadas
El profesor Joel Tupac Otero, director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) en Palmira, advierte que la biodiversidad de fauna y flora de Colombia se verá seriamente afectada por el cambio abrupto del clima, especialmente por los periodos prolongados de sequía.
“La fauna y la flora tienen unos requerimientos específicos en cuanto a temperatura y humedad para sobrevivir, cualquier alteración en este orden cambiará instantáneamente su desempeño biológico. Esto hace que las especies entren a un ciclo de estrés que, básicamente, se refiere al desarrollo en bajas condiciones”, dice el profesor Tupac.
Algunos de los ejemplos del impacto del cambio climático en la biodiversidad, además de la extinción inminente de cientos de especies endémicas, puede observarse en la vegetación que habita en las partes altas de los árboles, como las orquídeas.
“Hay muchas orquídeas que son epíficas, esto quiere decir que viven sobre otra planta; en el momento en que aumenta la temperatura y los periodos de sequía son prolongados, las especies que viven allí mueren, y así llegue de nuevo el invierno, ya no hay nada que hacer con ellas”, indica el director del IDEA.
Educación y políticas
Los investigadores coinciden en que los factores climáticos actuales no pueden impedirse, pero sí se pueden mitigar los efectos en la megabiodiversidad colombiana, que algún día se acabará si no la protegemos.
“Aunque tenemos una gran diversidad debemos protegerla y sensibilizarnos con ella. Es aquí donde entra el factor cultural y educativo; nosotros, como centro de educación, debemos cambiar el sofisma de que tenemos una biodiversidad inagotable, ya que todos los recursos siempre tienden a consumirse”, afirma el profesor Chalarca.
Por ello, el director del IDEA indica que hacen falta políticas de Estado serias que se comprometan con el cuidado y la protección de nuestra biodiversidad, en la cual hay muchos ojos externos puestos.
“A pesar de que hagamos todos los esfuerzos, el problema climático continuará, solo queda adaptarnos a él y, en ese sentido, el Estado juega un papel fundamental con respecto a la educación y a la elaboración de estrategias para la conservación”, concluye Otero.
(Por:Fin/JCR/clc/sup)