Fuente: Agencia de Noticias UN

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Palmira, feb. 12 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Frente a los cambios climáticos, investigadores de la UN en Palmira afirman que solo mediante la educación y la intervención estatal se puede conservar la biodiversidad.

Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, el término biodiversidad se refiere a la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente (entre ellas los ecosistemas terrestres y marinos, así como otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte). Asimismo, comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.

Aunque no existen inventarios biológicos detallados y completos para todo el país, sí se conoce que, a nivel de especies, Colombia es considerada la cuarta nación en cuanto a biodiversidad mundial. Así, por grupo taxonómico, es la segunda en plantas, la primera en anfibios y aves, la tercera en reptiles y la quinta en mamíferos.

Pese a esta riqueza, expertos de la UN en Palmira sostienen que los periodos prolongados de sequía y lluvias que se han presentado recientemente están alterando los procesos de los fenómenos de El Niño y La Niña y están poniendo en peligro los recursos naturales y la vida humana de los colombianos.

El agua

Según el profesor Carlos Escobar Chalarca, magíster en Ciencias Agrarias de la UN en Palmira, el problema ambiental es histórico, pero la sobrepoblación mundial ha agravado el uso inadecuado de los recursos naturales.

“La situación actual tiene un agravante, y es que la población mundial ha venido aumentando significativamente y ha explotado los recursos naturales sin consideración. El agua es un vivo ejemplo: el ser humano y la agroindustria son sus mayores demandantes, pero, por su inadecuado manejo, hoy se está agotando”, precisa el investigador.

Además, añade que Colombia y, específicamente, el Valle del Cauca están enfrentando serios problemas de degradación de los suelos, la cual se debe al desabastecimiento del agua y a su baja calidad.

“La producción agropecuaria va a sufrir consecuencias gravísimas en Colombia, pues los pastos —que son la materia prima para producir carne y leche— se están viendo afectados por la degradación y la desertificación, que son consecuencia del desabastecimiento del agua”, afirma el profesor.

Educación y políticas

En ese sentido, el profesor Fernando Montealegre, ingeniero geólogo y especialista en Recursos Hídricos de la UN en Palmira, señala que es necesario que las autoridades competentes ejecuten políticas claras para proteger el agua.

“Lo que debe primar a la hora de establecer estos planes o proyectos debe ser el recurso hídrico. Primero, para el consumo humano. Luego, para los animales. Después, para la industria. El Decreto 1729 de agosto de 2002 asigna a las Corporaciones Autónomas Regionales la responsabilidad de elaborar estos planes, a fin de atender necesidades de prevención, protección y conservación de los recursos naturales, especialmente el hídrico”, aclara el profesor.

Sin embargo, el docente Carlos Escobar sostiene que la educación es clave para protegerlos y que el Estado debe articularla con las políticas públicas.

“A pesar de que tengamos una gran biodiversidad, debemos protegerla y sensibilizarnos con ella. Es aquí donde entra el factor cultural y educativo. Nosotros, en cuanto centro de educación, debemos desmentir la creencia de que tenemos una biodiversidad inagotable, ya que todos los recursos siempre tienden a consumirse”, concluye el profesor Escobar.

(Por:Fin/jcr/clc/fgd)

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