Fuente: El Nuevo Día.
En un documento la Contraloría General de la República señala que en la actualidad adelanta un proceso de evaluación en torno al proyecto minero, además que existe una serie de inquietudes sobre las consecuencias de la planta que pretende instalar en Piedras.
La instalación de la planta de procesamiento y la ubicación de un depósito de material de la extracción del oro, además de la localización en Piedras de parte de la tubería de trasporte de relaves y el sitio de disposición de los mismos, llamado tranque, presa o dique, son la base de la investigación que adelantó la Contraloría General de la República sobre Anglogold Ashanti, AGA.
La información sobre esas características del proyecto fue enviada por la misma compañía minera a Cortolima, el 9 de noviembre de 2012 y al Concejo de Ibagué, el 5 de septiembre de 2013, y es precisamente esa documentación con la que el ente de control, entrega una alerta por una posible amenaza sísmica en la zona donde pretenden instalarse en Piedras.
“Anglogold Ashanti no ha remitido documentos técnicos que permitan definir un volumen preliminar de colas, ni la ubicación de la escombrera en cercanías de la zona de extracción”, apartes del documento que fue enviado a diferentes autoridades políticas y ambientales.
En este mismo contexto, señala la Contraloría que la presa (diques o tranques) de cola o relaves contendrían millones de toneladas de roca mineralizada triturada, agua y adiciones químicas que permiten llevar a la alcalinidad los lodos de mezcla de la roca y el agua, así como cianuro.
Agrega que los materiales represados se caracterizan por ser una mezcla química altamente contaminante y que la generación de colas ha aumentado con el tiempo, por lo que es adecuado conocer los detalles sobre el volumen de estas, que serán dispuestas en los procesos de beneficio de los metálicos antes de finalizar la etapa de exploración.
Además, que es necesario que la etapa de exploración estuviese sujeta a licencia ambiental, con exigencias que incluyan la caracterización geoquímica completa de las rocas que encajonan los metales de interés minero, como los sulfuros, metales pesados y otros como el cianuro.
La amenaza sísmica
“La ubicación de las presas o diques de colas (o relaves) aguas arriba de zonas habitadas, de captaciones o de vocación y uso agrícola es altamente inconveniente por la posibilidad de roturas o fallas que pueden causar derrames totales o parciales de los lodos contenidos”, reza el contenido del documento.
Y deja claro además que incluso por rotura de la presa se han generado problemáticas de contaminación de agua superficiales y subterráneas por roturas de las membranas impermeabilizantes o por exfiltraciones en la base de los diques, así como levantamiento y dispersión de polvo (emisiones fugitivas) cargado de sustancias tóxicas.
El ente de control, afirma que una de las causas de inestabilidad y la rotura de las presas que contienen las colas es la ocurrencia de eventos sísmicos, aunque existen decenas de antecedentes de roturas sin que mediaran terremotos.
Indican que en el caso de Piedras preocupa que se esté considerando un valle ubicado a menos de cuatro kilómetros del trazo principal de la Falla de Ibagué, considerada activa con sismos históricos, y que luego de una revisión de documentos oficiales con respecto a dicha falla, permite establecer que es la mejor estudiada en el país, junto con la de Bucaramanga.
La Falla de Ibagué
La Contraloría señala que la Falla de Ibagué es una estructura con dirección NF5E, de rumbo lateral derecho y longitud aproximada de 50 kilómetros, que discurre por el sur del casco urbano de Ibagué, extendiéndose en dirección noreste hacia el casco urbano de Piedras.
Dentro de los aspectos más relevantes, la Contraloría hace énfasis en que presenta rasgos contundentes de actividad neotectónica, por lo que se define como una estructura potencialmente productora de grandes sismos.
Además que es una de las principales estructuras transcurrentes activas del país y que es una de las 32 fuentes sismotectónicas que se contemplaron en la determinación de la amenaza sísmica.
“Como es evidente los estudios definen la ocurrencia de sismos de gran intensidad (…). Por otra parte, el nido sísmico de Pulí se encuentra a menos de 40 kilómetros de la zona donde Anglogold se encontraba realizando labores de perforación y a menos de 4 kilómetros del trazo principal de falla cartografiada por la autoridad geológica”, concluye la primera parte del documento.
El impacto ambiental por la rotura de los relaves
Las fallas de presa de cola son relativamente frecuentes en el mundo y desde 1970 se han registrado 70 eventos principales, los cuales han resultado en daños de corto y largo plazo sobre los ecosistemas, en tierras de cultivo y en impactos sobre las comunidades que viven adyacentes, incluyendo la pérdida de más de mil vidas.
Por lo que la Contraloría afirma que el impacto ambiental por una eventual rotura puede ser inconmensurable e indica que los peores desastres socio-ambientales en minería, muchos están relacionados con ese proceso.
Por lo que afirma que no es conveniente ubicar una presa de colas en una zona con sismicidad histórica activa. “Esta Delegada estima que es necesario que las autoridades competentes analicen la pertinencia de la aplicación del principio de precaución y en particular para la minería en la sentencia C-339 de 2002.
“En el caso de presentarse una falta de certeza científica absoluta frente a la exploración o explotación minera de una zona determinada; la decisión debe inclinarse necesariamente hacia la protección del medio ambiente, pues si se adelanta la actividad minera y luego se demuestra que ocasionaba un daño ambiental, sería imposible revertir sus consecuencias”.
Viajaron hasta Piedras
Al lugar se hizo una visita preliminar de campo por parte del ente de control, de los geólogos de las Delegadas de Minas y Energía y Medio Ambiente en compañía de profesionales y directivos de Cortolima.
La inspección se centró en la zona donde Anglogold Ashanti llevó a cabo perforaciones de carácter geotécnico e hidrológico para evaluar la viabilidad de instalar la planta para el material mineralizado de la explotación a cielo abierto de La Colosa.
Los expertos también estuvieron en la zona de vertiente donde se efectúa la etapa de exploración minera (cuchillas de La Colosa y La Bolívar) en donde señalan que se pudo observar diseños de la eventual extracción a cielo abierto, mapas geológicos y geotécnicos.
El llamado que hace la Contraloría
Se pide que las autoridades ambientales, mineras, geológicas y territoriales tengan en cuenta las amenazas naturales que pueden llegar a afectar una eventual estructura de presa de colas por las implicaciones que aguas abajo se pueden generar sobre poblaciones humanas, ecosistemas, acuíferos, ríos y quebradas (incluyendo el río Magdalena, que se ubica a 12 kilómetros de la zona de interés).
Dice además la Contraloría que es importante informar a las comunidades de las probables implicaciones de las instalación de la infraestructura, así como temas relacionados con las zonas de extracción, en términos de generación de empleo y de rentas mineras, sin olvidar los efectos ambientales y sociales del proyecto minero en sus etapas.