Fuente: Proaves.
Comunicado de prensa
31 de marzo de 2015
Alonso Quevedo +57-1.340.3261 /+57-1.245.5134,
Ivon Alzate, ialzate@proaves.org +57-300 2827334
Máquinas excavadoras abren carreteras dañando la Sierra Nevada de Santa Marta, cuenca del río Gaira (afluente principal del acueducto de Santa Marta) y DENTRO de la Reserva Natural de las Aves El Dorado, tesoros naturales irremplazables de Colombia y el mundo.
HOY 31 de marzo de 2015, más de 50 colaboradores de la fundación ProAves y de la comunidad residente de la Sierra detendrán las tres máquinas excavadoras que abren carreteras en medio de la majestuosidad de sus paisajes para la venta ilegal de lotes para casas vacacionales.
Los daños se estipulan específicamente en:
- Afectación de la cuenca del río Gaira. Actualmente la mayor parte de la zona Sur de Santa Marta que corresponde al sector turístico que va desde El Rodadero, Gaira, y el aeropuerto se abastece por la fuente superficial del río Gaira.
- Usurpación y daño directo de una Reserva de la Sociedad Civil, área protegida a perpetuidad y vinculada al Sistema Nacional de Áreas Protegidas SINAP y hogar de una de las mayores concentraciones de especies de aves endémicas o únicas del mundo .
El río Gaira nace a una altura de 2.750 m.s.n.m. en la Cuchilla de San Lorenzo, en una zona que corresponde a una transición de bosques muy húmedos subtropicales y bosques muy húmedos montañosos bajos. Tiene una longitud de 32.53 Km aproximadamente desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Mar Caribe.
- Fragmentación del hábitat, se pierde la continuidad del hábitat de las aves residentes y en especial las aves endémicas.
- Se alteraron los sitios de anidación y alimentación de aves y otros grupos.
- Recuperar el bosque derribado tomará al menos 30 años.
- Además, las fotos que se anexan a la denuncia, demuestran que no hubo un permiso ambiental para adelantar esta carretera, nunca se cumplieron las generalidades y requisitos técnicos que estipula el Decreto 05 de agosto de 2010. «Por el cual se reglamenta el Título VII de la Ley 99 de 1993 sobre permisos ambientales».
Estos trabajos dentro de la Reserva de las Aves el Dorado propiedad de la fundación ProAves, se adelantan por el señor MICHAEL WEBERS, de origen Alemán y cédula de extranjería de México y miembro de la sociedad Compañía Cafetera La Victoria, quien argumenta que este predio le pertenece.
El daño causado por el señor WEBER, es de un gran impacto afectando directamente todos los procesos de conservación que Parques Nacionales y la Fundación ProAves vienen adelantando en esta importante zona por décadas.
Recordemos que en el año 2013, la Sierra Nevada de Santa Marta fue catalogada como el lugar más importante para la conservación en el mundo y hogar del recientemente redescubierto Colibrí Barbudito Azul.
Específicamente, la Reserva El Dorado cuenta con más de 300 especies de aves, entre ellas algunas de particular importancia por sus especies únicas, pero que desafortundamente se encuentran en peligro de extinción como el Periquito de Santa Marta (Pyrrhura viridicata), el Atrapamoscas de Santa Marta (Myiotheretes pernix) y el Ala de Sable de Santa Marta (Campylopterus phainopeplus), adicionalmente en el 2011 y luego de luego de 113 años, fue redescubierto el Ratón Arbóreo de Santa Marta (Santamartamys rufodorsalis) en este lugar.
Por valores como éstos la reserva esta catalogada como un Sitio Alianza Cero Extinción (www.zeroextinction.org) por más de 50 entidades internacionales y un Área importante para la conservación de las aves (IBAs) por BirdLife International (www.birdlife.org). Esta Reserva hace parte del Distrito Chundúa de la Provincia Biogeográfica de la Sierra Nevada de Santa Marta y de un Área de Endemismo de Aves (EBA 036). En este sitio también se protegen áreas importantes para más de 40 especies de aves migratorias como la reinita alidorada (Vermivora chrysoptera) y la Reinita Cielo Azul (Setophaga cerulea).
Creemos firmemente que si no se toman medidas urgentes para detener los planes destructores del señor MICHAEL WEBER el daño causado, en uno de los ecosistemas más frágiles del planeta, difícilmente podrán ser reparados.