Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá D. C., nov. 26 de 2012 – Agencia de Noticias UN- La UN lleva tres años trabajando en una propuesta de política relacionada con los daños ambientales por minería que no son sancionados.
Al respecto, habló el director del Departamento de Planeación de la Universidad Nacional, Carlos Alberto Garzón Gaitán, durante el Foro «¿Es viable en Colombia una minería sostenible?», organizado por la Asociación de Ingenieros Químicos de la UN (Aiqun).
Carlos Garzón explicó que cuando los daños ambientales causados por la minería no son compensados o sancionados se configura un pasivo ambiental.
“La normatividad de pasivos ambientales hasta ahora se está construyendo. La Universidad lleva tres años haciendo una propuesta conceptual y metodológica, para identificarlos, evaluarlos, valorarlos y poderlos cuantificar, con el fin de encontrar responsables y asignar las obligaciones que se derivan de esa responsabilidad”, precisó.
Garzón Gaitán indicó que es una propuesta múltiple porque la política es diversa, por lo que atiende aspectos ambientales, socioculturales y económicos.
La propuesta es una metodología más de identificación y cuantificación, que incluye “indicadores de biodiversidad, los cuales permiten integrar en un mismo análisis todo el daño que suceda en un sitio específico del país. Hay un conjunto de indicadores que categorizan el daño en varias escalas, algunas que pueden ser reversibles y otras que no. Ese paquete metodológico y técnico es gran parte del aporte que se hace con esta propuesta”.
“Esperamos que muy pronto en los términos de referencia de los estudios de impacto se involucren algunas de las cosas que estamos proponiendo”, aseguró.
El director del Departamento de Planeación de la UN aseguró además que no hay minería que no afecte el medioambiente y que, por lo tanto, esa debería ser una decisión social.
“Si una sociedad está abocada a una decisión inevitable de incurrir en cierta operación minera, que sea consciente del riesgo y que disfrute completamente de los beneficios que se deriven de ella porque aquí todo el daño le queda a la comunidad y de beneficios nada”, indicó.
Además, mencionó algunas características que debería tener una operación sostenible: que no afecte estructuralmente la capacidad de resiliencia del ecosistema, “que es de los aspectos más difíciles, tanto de medir como de saber cuál es el límite”.
Finalmente, indicó que todo lo que genere riesgo para la salud humana, animal y vegetal sería indeseable, pero aclaró que es casi imposible que la minería cumpla esas con esas condiciones.