Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá D. C., dic. 23 de 2013 – Agencia de Noticias UN- El 17% de los niños entre 6 y 10 años residentes en los municipios ubicados en la zona carbonífera del César ha faltado a clase al menos un día al mes por presentar enfermedad respiratoria aguda.
Este es uno de los principales hallazgos del estudio “Enfermedad y síntomas respiratorios en niños de cinco municipios carboníferos del César (Colombia)”, realizado de forma conjunta entre la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de los Andes.
La investigación –en la que participaron 1.627 niños residentes de los municipios de Becerril, Agustín Codazzi, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná y El Paso– determinó que el 3,85% de ellos padece alguna enfermedad respiratoria, ya sea asma, fibrilancias o tos.
Según Luis Jorge Hernández, PhD en Salud Pública de la U.N. y docente de la Universidad de los Andes, “los niños son los más susceptibles a la contaminación del aire porque tienen un sistema respiratorio en desarrollo y crecimiento, y respiran más veces por minuto que un adulto, por lo que están más expuestos”.
El investigador explica que existe evidencia de que en varias de las fases de la explotación del carbón se produce contaminación del aire y del agua, la cual se puede medir como material particulado (MP).
El límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud para MP menor de 10 micras (MP10) es de 20 μ/m3 para el promedio anual y de 50 μ/m3 para el promedio de concentración diaria.
“Dentro del estudio se tuvo en cuenta la exposición a carbón por cercanía a la mina, dispersión del tiempo del carbón, transporte de vehículos pesados, por acumulación de carbón y por exposiciones, como por ejemplo, el hecho de que las personas cocinen con este material en sus hogares”, explica Hernández.
Así, se determinó que hay efectos en la contaminación del aire no solo por influencia de la zona minera, sino por el uso del carbón para fines domésticos.
Por ejemplo, la presencia diaria de vehículos de carga pesada (encargados de transportar el mineral y que transitan a menos de 100 metros de las viviendas y los colegios). Sin embargo, también se identificó que la quema de basuras, el humo de las chimeneas y el uso del carbón como combustible doméstico está afectando la salud de los menores.
“La exposición a zonas mineras sí está afectando a los niños. Esto, sumado a las condiciones de calidad de vida, los expone a una contaminación tanto fuera como dentro de sus hogares”, subraya el profesor Hernández.
Los aportes realizados en este trabajo, finalizado en 2012, ha aportado la evidencia necesaria para sugerir el reforzamiento de las condiciones de vida de esta población que se está viendo afectada por la actividad minera carbonífera.
(Por:Fin/DMH/sup)