Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.

Bogotá D. C., nov. 08 de 2012 – Agencia de Noticias UN- La extracción del litio, elemento clave para el desarrollo de las sociedades de China, Estados Unidos, Europa y Japón, trae desigualdades socio-ambientales para los países productores del mineral.

Así quedó establecido con la presentación que Bárbara Göbel, directora del Instituto Iberoamericano de Berlín, hizo durante el I Seminario Internacional “Extractivismo y minería en América Latina”, realizado por la UN.

Argentina, Chile y Bolivia conforman elTriángulo de litio”, una de las regiones que cuenta con más del 80% de las reservas mundiales de este elemento.

“La mayor parte del litio explotable en salmueras (desiertos de sal), se encuentra en el llamado «Triángulo de litio», más específicamente en el Salar de Uyuni en Bolivia, el Salar de Atacama en Chile y los pequeños salares de las tierras altas del noreste argentino”, relató Göbel.

La transición de China, Estados Unidos, Europa y Japón hacia la movilidad eléctrica (vehículos, bicicletas) y hacia un mayor porcentaje de energía renovable (solar y eólica) requiere de un almacenamiento eficiente de energía.

“Por sus características, el litio es un elemento clave para el desarrollo de una bateria eficiente y liviana. Se ha convertido en la metáfora de un progreso ‘limpio’ y sustentable”.

“El litio no está en muchos de estos países, pero lo compran de otras regiones donde su explotación produce, a nivel local, daños ambientales, sociales y económicos”, aseguró la experta.

El litio crea, entonces, modos de vida sustentables con reducción de emisiones de carbono, impulsando “Sociedades carbono cero” que en algunos lugares del mundo, especialmente en Latinoamérica “son pagados con altos costos”.

La población indígena que cohabita los ecosistemas en los que se extrae el litio, se ven perjudicados porque se encuentran en una situación de desigualdad, que se debe a que “dependen en gran medida del aprovechamiento del ambiente, el pastoreo, la explotación de la sal y el turismo”, y no pueden negociar “sus intereses, la participación de las ganancias o una recompensa por los costos ambientales”.

La incertidumbre de los indígenas está relacionada con los efectos negativos sobre la provisión de agua, la cantidad y la calidad de pasturas, la ganadería en general, sobre flora y fauna.

Pese a los daños ambientales y a las desigualdades entre productores y beneficiarios, los tres países han declarado al litio como recurso estratégico, a pesar de que tienen contextos políticos y marcos legales muy diferentes con respecto a la explotación y exploración de litio.

“En Bolivia y en Argentina se ha desarrollado un discurso público alrededor del litio como el “petróleo de los Andes” que generará altos ingresos y permitirá el desarrollo de tecnologías avanzadas”.

Colombia 

Por otro lado, Göbel afirmó que nuestro país se encuentra en un momento de producción científica y de discusión social interesante frente a la dependencia de exportación de productos mineros, y la relación impacto/costos.

“Hay un debate que no es fácil de abordar, que no tiene respuestas únicas. En definitiva es el debate sobre qué futuro se tiene y qué modelos de desarrollo quieren seguir”.

El I Seminario Internacional “Extractivismo y minería en América Latina”, se realizó gracias a la Alianza de los grupos de investigación Historia, Ambiente y Política en la Línea de Historia Ambiental, y Cultura y Ambiente, de la Facultad de Ciencias Humanas de la UN.

Asimismo, en el marco de la ejecución del Proyecto de Consolidación de las Perspectivas Ambientales en las Ciencias Sociales y Humanas, en asocio con la Red DesiguALdades de Berlín, el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia y la Asociación Ambiente y Sociedad.

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