Fuente: Instituto Humboldt.
La Organización de las Naciones Unidas designó el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica, con el objetivo de aumentar la comprensión y la conciencia sobre temas relacionados con las problemáticas que afectan la biodiversidad mundial. Para lograrlo, no solamente es necesario recordar esta fecha cada año, es necesario conocer cómo funcionan los ecosistemas y la forma como nos relacionamos con ellos (www.cbd.int).
En este sentido, la labor de institutos como el Humboldt cobra una importancia: brindar información sobre el conocimiento y el estado de los recursos biológicos. Este insumo, no solo interesa a la academia o a grupos de científicos, es de interés para toda la comunidad, que siendo informada tiene la capacidad de exigir acciones que propendan por el beneficios de todos.
Así, y siguiendo los objetivos con los que se firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica en 1992, el Instituto Humboldt resalta en este día la importancia de conservar los páramos, propender por el uso sostenible de los servicios que prestan y la distribución justa y equitativa de los beneficios que podemos recibir de este ecosistema.
Si bien la labor del Instituto en relación con los páramos lleva ya varios años, en este día nos interesa compartir un mensaje claro, la preocupación que ha sustentado cada una de las iniciativas que hemos adelantado: entender las complejidades y las conexiones naturales y sociales que se albergan en el páramo, con la intención de garantizar a las generaciones futuras la posibilidad de disfrutar del paisaje, del agua y de los alimentos que tenemos hoy, que constituyen nuestro mundo, nuestro conocimiento y sobre todo, nuestro futuro.
El páramo no es triste, es serio
No es melancólico, es sereno
No es hostil, es grandioso