Fuente: Portafolio.co
«Lo que hace prospera a una nación es lo que genera progreso, no es la riqueza heredada»
Estos son algunos de los apartes del discurso de Michael Porter durante el foro‘Prosperidad para todos’, donde destaca puntos importantes en como avanzar hacia la prosperidad y tener un país sostenible.
Es excitante que una organización que empezó hace 100 años haga esto. Los felicito por esa apuesta por la prosperidad.
No se puede tener prosperidad económica sólo hablando de economía. Debe haber progreso social si se quiere tener prosperidad. Tampoco se puede dejar de lado la inversión y un sistema económico viable. No es fácil juntar estos dos aspectos, lo social y lo económico.
Es hora de que los negocios repiensen su propósito. Hay un nuevo rol para el sector privado, que incluye su relación con la comunidad.
El Éxito económico debe ser sostenible en el tiempo. Todos en la sociedad deben tener la posibilidad de hacer lo que más puedan en términos de éxito.
No todos pueden lograr lo mismo, pero hay que crear la oportunidad de que todos sean prósperos y tengan un alto estándar de vida.
Se puede reducir la pobreza si se les da plata, pero eso puede ser una trampa. Lo vital es crear empleo y oportunidades compartidas.
No se trata de redistribución, quitarle a uno para darle a otro, lo que hace el éxito es crecer la torta para que todos comamos de ella.
Pero, ¿cómo crecer la torta? No es ser subsidiado por el Estado, sino prosperar. Si no somos productivos, no lograremos altos estándares de vida.
En Colombia estamos en un viaje hacia ese punto y estoy orgullo de lo que ustedes han logrado. De hecho, el Presidente Santos podría estar dando mi discurso.
La prosperidad no viene del tipo de negocios en los que compitamos sino en cómo lo hagamos. Se puede hacer con zapatos, alimentos, electrónica. Es asunto de tecnología e innovación.
Hay que diversificar de cuando en cuando para no ser vulnerables a un golpe externo. La única forma de ser prósperos es a través de los negocios.
La competitividad está más allá de la riqueza. Arabia Saudí está sentada sobre petróleo pero no es próspera, pues no hay empleo para los jóvenes y no hay buena distribución de la riqueza.
Cuando no se tiene tanta riqueza hay innovación para sobrevivir. Lo peor que le puede pasar a Colombia es que siga encontrando petróleo.
La productividad es trabajo, impuestos, políticas macroeconómicas, etc. Colombia está haciendo un buen trabajo en este sentido. Hay que sostenerlo en el tiempo.
A la gente hay que capacitarla y darle salud. Esto es social y económico. Ello le permite a la gente ser más productiva.
El bienestar tiene un impacto profundo sobre la productividad, especialmente para los países con ingresos medios y bajos. Si quiere ser de altos ingresos, se debe solucionar el tema social.
Colombia ocupa el puesto 64 en ingreso per capita y el 79 en progreso. Para progresar hay que crear pequeños grupos económicos o ‘clústeres’; por ejemplo, de turismo, de cueros, de alimentos.
Hay que descentralizar el pensamiento económico, sobre todo para países de gran extensión como Colombia para alcanzar la prosperidad.
Hay que tener en cuenta a los vecinos, pues son nuestros mercados naturales. Si se pierde la relación con ellos, todo es más difícil.
Es importante que Colombia y sus vecinos creen una red interconectada de comercio.
El Gobierno debe crear incentivos para innovar y capacitar, estándares, reglas y leyes, plataforma para la competitividad.
A Colombia le falta intercomunicarse mejor internamente y para ello debe mejorar su infraestructura. No basta con estar bien ubicada geográficamente, que lo está.
¿Por qué querría alguien hacer negocios en Colombia? No se trata de solo Gobierno para ser competitivos. Tenemos que tener procesos colaborativos, con una meta en común: la prosperidad.
No es solo lo privado, es lo público, las universidades, las ONG que deben estar alineadas y entender los fundamentos de colaboración necesarios para lograr prosperidad.
¿Cuál es el rol del sector privado? Es importante porque es a través de los negocios que se logra la prosperidad y se genera riqueza.
Muchos creen que los negocios disgregados crean riqueza a expensas de la sociedad.
Mucha plata en sus balances, pero sus comunidades no se sienten muy prósperas. Se percibe desconexión entre comunidad y empresa.
Incluso se crean algunos problemas, en términos de pobreza, daños al medio ambiente. Las ONG sienten que compiten con los negocios y los quieren forzar a cosas que ellos no quieren hacer.
Esta competencia que no es sana se ve con demasiada frecuencia. Esto debería ser asunto de preocupación para todos.
La riqueza no heredada proviene de las empresas. Es mágico, se tiene una materia prima, se hace un producto, se vende y se logra una ganancia.
Pero no sucede que las empresas estén trasladando esa riqueza a la comunidad. Si una empresa da utilidad, con eso basta, pero no, no es suficiente.
Hay que transformar nuestro pensamiento y nuestras prácticas en negocios. No enseñan temas sociales en las escuelas de negocios.
Hay empresas que olvidaron que no solo se trata de hacer dinero. Es como si una empresa de alimentos pone mucha sal o azúcar a la comida. Bien para el negocio, mal para la gente.
Muchas empresas pierden el contacto con sus comunidades y se encierran tras sus muros. Contaminar, tener accidentes en la empresa y no ser cuidadosos es perder plata.
Factores sociales son importantes, no solo el negocio. Lo que es bueno para la comunidad es bueno para el negocio.
Al estudiante no se le capacita en lo social y en lo empresarial. Todos deberían estudiar valores compartidos y las instituciones deberían estar al tanto de ello.
Las ONG basan su trabajo en ridiculizar a las empresas, esa ha sido históricamente su función.
Hay mejores formas de alinear la cadena de valor. Hay que pensar, no solo en la empresa sino en el clúster, por ejemplo, en la cadena de suministros.
Hay oportunidades gigantescas en el hecho de suplir las necesidades de los clientes, llegarles a esas personas a quienes antes no se les llegaba con nuestro producto. El producto es nuestra oportunidad.
En lugar de pensar en cómo vender más de mi producto alimenticio debería pensar en qué manera puede ser más nutritivo y hacer que mi cliente viva mejor.
Porter, de 63 años, es profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor de una veintena de libros sobre estrategia corporativa. Su experiencia es muy apreciada por grandes corporaciones y países del mundo.
Ha realizado trabajos en el tema de los servicios de salud en países en vías de desarrollo.
En su conferencia de las 9:40 de la mañana de este viernes, el profesor Porter hablará de competitividad y prosperidad, y el papel que juegan los sectores público y privado en la construcción de prosperidad de un país.
Hacia el medio día habrá un panel sobre este mismo tema en el que Porter participará, hará reflexiones y cerrará el certamen a las 6:15 p.m.