Fuente: Agencia de noticias UN.

Una adecuada gestión del territorio y del paisaje permite la conservación de la biodiversidad. - Fotos: Felipe Castaño / Unimedios

Bogotá D. C., jul. 04 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Las actividades que afectan gravemente la integridad ecológica de los territorios requieren una gestión directa de los hábitat, para evitar traumatismos en las especies y el paisaje.

Durante el curso “Análisis Espacial para la Conservación de la Biodiversidad y Manejo de Paisajes Tropicales”, de la Escuela Internacional UN 2013, el experto Santiago Saura abordó durante su cátedra el tema del análisis de la conectividad en el paisaje y las herramientas para hacerlo.

“Son metodologías que hemos desarrollado en España y en Europa. En nuestros grupos de investigación hemos adaptado labores de gestión de territorio y conservación. Las traemos a Colombia porque visionamos que será mucho más interesante su aplicación por las dinámicas de los cambios de este suelo y la riqueza que tienen en especies”, aseguró.

Ante los temas de intervención del suelo en el país y en América Latina y el Caribe, Saura expresó que es necesario que estas actividades de desarrollo socioeconómico se piensen mejor.

“En este curso queremos considerar los posibles impactos de las actividades de desarrollo desde distintos tipos en la conectividad; es decir, la capacidad que tienen las especies para seguir accediendo a distintos recursos en el territorio y a unos espacios protegidos”.

De otra parte, es indispensable priorizar las zonas de hábitat. “Si tengo un desarrollo minero, urbanístico o de una autopista, debo pensar en dónde puedo ubicar esas actividades de manera que tengan el menor impacto sobre los procesos ecológicos, sobre la capacidad de las especies de seguir aprovechando los recursos que ofrece el territorio”.

Una verdadera gestión del paisaje y del territorio debe establecer los lugares de restauración y de reforestación, por ejemplo.

Asimismo, Saura manifestó que las especies siempre tienen mecanismos de dispersión, de recolonización de nuevas zonas más adecuadas a las que estaban previamente.

“Siempre ha existido en la naturaleza desde la dispersión de una semilla de un árbol por el viento hasta un mamífero que se mueve a una zona con mejores recursos”.

Cambio climático 

El cambio climático es un factor adicional con respecto a la intervención de los territorios y la modificación del paisaje.

“Este hace que las zonas en las que actualmente están las especies terminen siendo menos adecuadas, por lo que tienen que desplazarse a otras zonas, donde las condiciones climáticas sean las adecuadas para el desarrollo de las poblaciones”, indicó Saura.

Lo anterior hace más importante fomentar y mantener la conectividad en el territorio, “garantizándoles a las especies permeabilidad, corredores y zonas ‘puentes’ que permitan su desplazamiento”.

Y puntualizó: “debemos establecer medidas que colmen las necesidades de hábitat, privilegiando el desarrollo de los procesos ecológicos necesarios para mantener la biodiversidad a largo plazo”.

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