Fuente:La Silla Vacia.
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Hace unos meses Ronald Pantin, el gerente general de Pacific Rubiales, advirtió que el ritmo de concesión de las licencias ambientales estaba frenando al sector petrolero en Colombia. Sus palabras preocuparon al gobierno y surgió la idea de crear unas “licencias ambientales exprés”.

Sería un mecanismo que les permitiría a las empresas petroleras y mineras pagar más para acceder a la licencia ambiental de manera rápida. “Esta idea sería buena, porque si alguien quiere poner a funcionar el Estado más rápido, pues que lo pague muy duro”, dijo el ministro de Minas y Energía, Federico Renjifo, en una entrevista con El Espectador.

Esas declaraciones han provocado fuertes reacciones entre los ambientalistas, que creen que las 19 semanas de plazo que tiene actualmente la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para tramitar una licencia no son siquiera suficientes para la labor. Todos coinciden, sin embargo, en que la creación de la Anla y su competencia sobre las licencias, en vez del Ministerio de Ambiente, ha sido un paso muy positivo que ha fortalecido el proceso.

«En Colombia queremos convertir las licencias ambientales en un trámite, cuando en realidad son el momento de evaluar temas complejos en lo social, lo ambiental, lo hídrico o lo indígena. Es muy difícil resolver una licencia para un proyecto de alto impacto en este tiempo, menos aún cuando la experiencia de otros países demuestra todo lo contrario», le dijo a La Silla el ex ministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra.

La propuesta también ha encontrado resistencia de la Anla, que insiste en la imposibilidad de reducir sus tiempos de trabajo.

«Nosotros le hemos dicho tanto al Ministerio de Minas como al Presidente que no se pueden bajar los tiempos y que incluso se tienen que subir para las modificaciones a las licencias, porque no están alcanzando. Y ellos ya lo aceptaron», le dijo a La Silla Luz Helena Sarmiento, directora de la Anla. Además, Sarmiento señaló que la autoridad ambiental recibió un 90 por ciento de trámites atrasados cuando fue creada, que en ese tiempo amplió su planta de 190 a 560 empleados y que todavía está evaluando licencias grandes solicitadas hace dos años.

La Silla revisó la legislación y consultó con abogados ambientales de otros países con vocación minera para ver cuánto tiempo tarda la evaluación de estos proyectos. Y añadió los insumos del informe que realizó la experta en licenciamiento ambiental Kathleen Hurley para la propia Anla, examinando los procesos de expedición de licencias en cuatro países.

Encontramos que el debate no ha aparecido sólo en Colombia. Y que de acuerdo a estos datos, si el ritmo de concesión de licencias ambientales es lo que tiene «frenado» al sector petrolero, como denunció el gerente de Pacific Rubiales, no es claro en qué otro país esta petrolera podría ir más rápido.

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