Fuente: Censat Agua Viva.

Conferencias paramos 2014

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Los páramos y altas montañas han sido territorios históricamente en disputa, manifiesta por múltiple dilemas de valoración y encuentro de intereses que se encuentran asociados a contextos sociales, económicos y ambientales. En las décadas más recientes, las Conferencias Nacionales de Páramos y Bosques de Niebla, espacios convocados desde los movimientos campesinos, indígenas y ambientalistas, atestiguaron los diferentes conflictos que ocurrían en estas regiones.

Desde las conferencias, se denunció cómo poco a poco se posaba una visión mercantilista y depredadora sobre los páramos, en donde los intereses privados se imponían a través de ordenamientos que desconocían los territorios. Sin duda, durante estos años existió una preocupación creciente por la construcción de megaproyectos en las altas montañas. No obstante, las políticas de militarización y la construcción de leyes de despojo (Ley Forestal, Ley de Aguas, Ley de Páramos), en los gobiernos de Alvaro Uribe Velez, hizo que los diferentes sectores campesinos, indígenas y ambientalistas se opusieran rotundamente a las estrategias que excluían a las comunidades de los territorios y a la privatización del agua, comprometiéndose en la defensa del agua como un derecho humano fundamental.

La importancia de estos territorios no es desconocida por todos nosotros. No es un secreto que entregan alrededor del 70% de agua a la población colombiana, que sus ciclos naturales regulan y conservan el agua, dando origen a los principales ríos del país como el Magdalena, Cauca, Caquetá, Patía, Chicamocha, Táchira, Cesar, Sinú, San Jorge, Meta, Rancería etc. Son territorios sagrados para muchas comunidades ancestrales, y para otras representan espacios de vida e identidad que dan el sustento a sus actividades cotidianas.

Durante los últimos años, en el marco de un modelo extractivista y mediante la implementación de la política minero-energética se ha profundizado el escenario conflictivo de los territorios de páramos y altas montañas. En particular, en el 2011, el actual gobierno de Juan Manuel Santos y su locomotora de desarrollo, entregó estos primordiales territorios a los intereses trasnacionalesn o nacionales para su explotación y extracción de minerales. Precisamente, de los 34 páramos en el país, 22 se encontraban en grave riesgo, ya que habían sido concesionados 391 títulos mineros en zonas de páramos.

Gracias a la movilización, resistencia y denuncia de las comunidades campesinas y urbanas, los páramos tienen, nuevamente, un reconocimiento nacional. Los casos más representativos han sido la organización y masiva movilización, que alcanzó hasta 40.000 personas en Bucaramanga y sumo manifestaciones en Bogotá y Cúcuta, en defensa del páramo de Santurbán, y la resistencia de la comunidad de Tasco en un campamento que duró 28 días por la protección del páramo de Pisba. Ambas expresiones de resistencia se hicieron en contra de dos trasnacionales mineras, Greystar (hoy Eco Gold Minerals Co) y Hunza Coal, que intentaban realizar una explotación de oro y carbón, respectivamente, y cuyos proyectos se encontraban principalmente en zonas de páramo.

Luego que se reafirmara por parte del gobierno que los páramos -así como los humedales- son zonas vetadas para cualquier tipo de explotación minera, se inició una nueva cartografía por parte del Instituto von Humboldt para delimitar los páramos en el país. Dicho trabajo produjo varios interrogantes entre ellos la alta inversión para su realización y la duda sí existía verdaderos criterios para incluir a las comunidades en el proceso de delimitación.

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Actualmente, acabada la delimitación del páramo de Santurbán, las comunidades han denunciado este proceso como una estrategia que sigue entregando las altas montañas a los intereses extractivistas de sectores económicos y cuyo objetivo es el desplazamiento de las comunidades de los páramos. En particular, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible ha excluido cualquier actividad productiva por encima de la línea de páramo, desconociendo actividades que durante décadas han sido sustentables y armónicas con la naturaleza, y que han sido el sustento de muchos de los habitantes de las altas montañas. Por otro lado, la delimitación implica que por debajo de la línea de páramo las empresas petroleras y mineras pueden dar inicio a sus megaproyectos, desconociendo las actividades económicas, culturales y sociales de las regiones.

Frente a esta situación el Ministerio del Ambiente ha propuesto un modelo de pago por servicios ambientales para reemplazar gradualmente actividades mineras y agropecuarias en zonas de páramos. Sin embargo, el lenguaje de dicha propuesta mantiene una visión mercantilista y privatizadora del agua y la vida, ya que la naturaleza queda definida a partir de los servicios y usos que puede ofertar en un mercado de intercambio de mercancías. Además, es de resaltar que dicha medida tan sólo es transitoria y que su principal objetivo es la adquisición de los predios.

La defensa de los páramos y altas montañas en el país se encuentra aunada a la alternativa de un modelo productivo agrario, protector y cuidador de estos territorios, ya que somos conscientes que territorios degradados no pueden producir aguas en cantidad y calidad suficientes para los seres vivos y las actividades productivas. Así también se rechaza un modelo extractivo que intenta entregar las montañas, los bosques, los humedales, el aire y el agua del país a las trasnacionales e imponer una visión que se esfuerza por expulsar a las comunidades de los páramos. De esta manera, desde el año pasado hemos venido realizando diferentes encuentros y recorridos por los territorios de alta montaña, tanto en el Macizo Colombiano, Santander y Región Central, en donde se han recogido las problemáticas, las propuestas y las principales preocupaciones de las comunidades frente a este modelo de despojo.

Convocamos, entonces, a las organizaciones campesinas, étnicas, sociales y ambientales del país, a las comunidades y pueblos de páramo y altas montañas de Colombia a la VI Conferencia Nacional de Páramos y Altas Montañas. Agua para la vida como un espacio de reflexión y articulación para la defensa de estos territorios. Un espacio que permita consolidar un movimiento nacional en defensa de los páramos y altas montañas, que integre saberes y construya propuestas nacionales para el ordenamiento y protección de los territorios altoandinos desde las propias comunidades.

Te invitamos a descargar los audios promocionales de la VI Conferencia de Páramos y compartirlos con las emisoras comunitarias de montaña y medios de comunicación alternativa. Descargar audios aquí:  http://archivos.censat.org/public.php?service=files&t=7f14f985713ce1e360e1c9284fb625a1

 

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