Fuente: El Espectador.
Los miembros de la organización ambientalista son sospechosos de “piratería”.
Un tribunal de la ciudad rusa de Múrmansk dictó este jueves dos meses de prisión preventiva para seis de los treinta activistas del rompehielos «Arctic Sunrise», de la organización ecologista Greenpeace, de los que un grupo intentó encadenarse a una plataforma petrolífera en aguas del Ártico ruso.
En la primera vista previa, celebrada este jueves, el tribunal dictó prisión preventiva contra dos ciudadanos rusos, Denís Siniakov y Román Dolgov, como sospechosos de un delito de piratería, a pesar de que aseguraron que no habían participado en el intento de asalto a la plataforma «Prirazlómnaya», de la compañía Gazprom.
Dolgov explicó durante la vista que es experto en contaminación marina y que no participó en la acción de Greenpeace, en cuyo barco había personas de 18 países, mientras que Siniakov apuntó que se limitó a sacar fotografías de la misma.
La misma suerte corrieron otros cuatro extranjeros: un polaco, un británico, un neozelandés y un canadiense.
«La medida de prisión preventiva es ilegal y la sospecha (de piratería) es absurda», manifestó Greenpeace Rusia en un comunicado publicado al término de la vista.
El portavoz del Comité de Instrucción ruso que investiga el caso, Vladímir Markin, anunció que la prisión preventiva puede ser sustituida por otra más suave antes de que concluyan los dos meses, según la agencia Interfax.
Aún está pendiente una decisión sobre si quedan en libertad o ingresan en prisión el resto de los activistas del rompehielos «Arctic Sunrise», detenidos y trasladados este miércoles a centros de detención preventiva de Múrmansk.
Todos ellos pueden ser acusados de piratería en el marco de la investigación penal abierta por el Comité de Instrucción tras su acción de protesta en el mar de Pechora, en la que el rompehielos de Greenpeace fue apresado y toda su tripulación detenida y enviada a tierra firme.
«Las autoridades rusas intentan asustar a las personas que se oponen a la extracción del petróleo en el Ártico, pero esta maniobra de amedrentamiento no tendrá ningún resultado», dijo el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo.
Greenpeace Rusia sostiene que durante «la acción de protesta pacífica no se usó la violencia, no hubo asalto ni apropiación de bienes ajenos, ni tampoco intento de hacerse con el control de un navío», por lo que no tiene sentido la causa penal por piratería abierta por el Comité de Instrucción.
Los activistas detenidos el jueves de la semana pasada a bordo del «Arctic Sunrise» proceden de 18 países: Rusia, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Francia.
La compañía rusa Gazprom planea comenzar la extracción de petróleo en esa plataforma en el primer trimestre de 2014, lo que, según Greenpeace incrementa el riesgo de que se produzca un vertido de petróleo en un área donde hay tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.