Fuente: Coalición para los Derechos Humanos en el Desarrollo
Las personas defensoras de los derechos humanos son una piedra angular del desarrollo sostenible. Más de 200 grupos en todo el mundo hacen un llamado a los gobiernos y bancos de desarrollo para salvaguardar a las personas defensoras de los derechos humanos.
En los aniversarios de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo (4 de diciembre), la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos (9 de diciembre) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre), grupos de la sociedad civil de todo el mundo llaman la atención a las amenazas que enfrentan las personas defensoras de los derechos humanos en el contexto de los megaproyectos y otras intervenciones de desarrollo.
Las personas defensoras de los derechos humanos son una fuerza crítica para la protección de los derechos humanos y son parte integral del logro del desarrollo sostenible. Son vitales para proteger la tierra y el medio ambiente, asegurar condiciones de trabajo justas y seguras, combatir la corrupción, respetar las culturas tradicionales y hacer responsables a los gobiernos. Sin embargo, aquellas y aquellos que expresan sus opiniones o buscan incidir en el desarrollo y las inversiones son estigmatizados de manera rutinaria como «anti-desarrollo»; y están sujetos a hostigamiento judicial, amenazas y ataques violentos.
Desde la adopción de la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos hace 20 años, se estima que unas 3.500 personas defensoras de los derechos humanos han sido asesinadas por su labor pacífica en la defensa de los derechos de los demás[1]. Sólo en 2017, al menos 312 defensores y defensoras de los derechos humanos fueron asesinados, 67 por ciento de los cuales trabajaban en defensa de la tierra y el territorio en el contexto de grandes inversiones, industrias extractivas y grandes empresas[2].
Hoy en día, los mismos gobiernos que adoptaron estos importantes instrumentos de derechos humanos pueden en realidad socavar esos esfuerzos a través de las acciones de sus bancos nacionales de desarrollo o la cooperación bilateral y multilateral para el desarrollo. Cuando las intervenciones de desarrollo ignoran los derechos humanos, o se imponen a las comunidades sin su consentimiento o participación, a menudo no logran generar desarrollo o reducir la pobreza, y en su lugar terminan contribuyendo a abusos de los derechos y poniendo a las personas defensoras en riesgo.
Por eso, junto con la Campaña de Personas Defensoras en el Desarrollo, hacen un llamado a los bancos de desarrollo, los Estados y otros actores del desarrollo para que honren estos aniversarios de derechos humanos, destacando el importante papel que desempeñan las personas defensoras en el desarrollo sostenible y asumiendo el compromiso público de:
1) Asegurar que las intervenciones de desarrollo apoyen la realización de los derechos humanos y eviten abusos,
2) Promover un entorno propicio para la participación pública en los procesos de desarrollo, y
3) Tomar las medidas necesarias para salvaguardar a las personas defensoras en el contexto de las actividades de desarrollo.
Lea la Carta Abierta firmada por más de 200 grupos aquí.
Más información en este enlace: http://derechosendesarrollo.org/defensorxs