Fuente: Fondation Franz Weber.
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Bogotá, Colombia (06- Febrero de 2015). La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través del Comité de los Derechos del Niño, uno de los 9 órganos de tratados de los derechos humanos, se ha pronunciado de forma expresa en contra de que los niños participen y asistan a eventos taurinos.
La Fundación Franz Weber presentó en 2014 un informe en el que llamaba la atención del Comité sobre la existencia en Colombia de eventos taurinos donde niños, niñas y adolescentes, presencian espectáculos violentos; así como escuelas de tauromaquia donde éstos son llevados a participar en dichos actos, algo que viola las obligaciones en virtud de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, un tratado de obligado cumplimiento que es, hoy en día, la Convención de Derechos Humanos más ratificada por los poderes legislativos del mundo.
Dicha Convención recoge el derecho de todos las personas menores de edad, a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, moral y social, así como el deber del Estado de adoptar las medidas que aseguren al niño dicha protección, cuestión que no se cumple en el ámbito de la tauromaquia, tal y como manifestaron varios miembros del Comité.
Hoy el Comité ha hecho pública su postura respecto a la participación y asistencia de menores a espectáculos taurinos.
Natalia Parra, delegada de la Fundación Franz Weber en Colombia, estuvo presente en el Palacio Wilson en Ginebra para presenciar y participar en la sesión, ante lo cual declara: «hoy confirmamos que la violencia de la tauromaquia no solo tiene como víctimas a toros y caballos, sino también a los niños, niñas y adolescentes. En el futuro comprenderemos que todos somos víctimas, de un modo u otro, de cualquier modelo de violencia tolerada, y mucho más aun la que es aplaudida».
En referencia a las medidas que debería tomar el gobierno colombiano, Parra argumentó «estamos en un proceso de paz, esta instancia no podía llegar en mejor momento: la paz y el respeto por la vida en general es una cultura que debemos promover desde la infancia». Y prosigue «nuestro Senado ha ratificado la convención y eso obliga al ejecutivo a aplicarla por mandato legislativo. En este sentido el Ejecutivo no tiene opciones, es el garante del cumplimiento de los derechos recogidos en la Convención y el Comité el encargado de interpretarla. Las medidas tendrán que ser aplicadas sin excepción ni excusa».
Según declaraciones de Anna Mulà, abogada de la Fundación Franz Weber «El principio del interés superior del niño, que es la esencia de la Convención, prevalece sobre el de diversidad cultural y sobre cualquier interés legítimo que pudiera entrar en conflicto».