Fuente: Movimiento Ríos Vivos.
Agosto 20 de 2014
Documento de posición y propuestas del Movimiento en Defensa de los Territorios y Afectados por Represas – RÍOS VIVOS COLOMBIA, para la Mesa de Conversaciones de La Habana – Cuba en relación a la declaración de principios para la discusión del punto cinco de la agenda “Victimas”
La naturaleza también ha sido víctima del conflicto armado en Colombia, innumerables bosques devastados, aguas, aire y suelos contaminados son prueba de ello.
En Colombia coexisten en los mismos territorios las vulneraciones por el Conflicto armado interno y por la implementación de megaproyectos, estas situaciones han dejado a las comunidades y sus territorios en un estado de vulnerabilidad extrema. Por un lado las empresas se benefician de ese estado de vulnerabilidad lo que les facilita la implementación de sus megaproyectos, usan el conflicto armado como excusa lo que impide establecer los reales responsables de los hechos victimizantes y las víctimas de los megaproyectos; y por otro lado usan la violencia armada para ejecutar los proyectos, contratan ejércitos, pagan la construcción de bases militares lo que los convierte en un actor armado más del conflicto interno. La confrontación armada ha terminado por ser funcional a los intereses económicos y políticos que presionan el desarraigo de la población civil de sus tierras y territorios, todo esto en un contexto de violencia generalizada y de imposición del modelo extractivista.
Las posibilidades de verdad y garantías de no repetición, se ven cercenadas por la construcción de represas, aún ante un escenario de pos-acuerdo con las FARC: Las tierras devastadas constituyen el escenario de los delitos de lesa humanidad, en donde reposan las huellas del conflicto armado, estos escenarios están siendo destruidos e inundados, caso concreto la destrucción e inundación de fosas comunes y cementerios, los miles de cuerpos arrojados a los ríos ante las cifras alarmantes de desaparición forzada que tiene el país. Las represas y megaminería generan desplazamiento forzado, aunque los diálogos de paz avancen y felizmente lleguen a un acuerdo, con la existencia de cerca de 100 megaproyectos de represas y miles de concesiones y títulos mineros en el país que están destruyendo, contaminando, privatizando y secando las principales fuentes de agua, NO habrá GARANTIAS DE NO REPETICIÓN.